Las tecnologías de carga rápida están popularizándose a gran velocidad entre los usuarios y Quick Charge es uno de los estándares más utilizados. La tecnología Qualcomm® Quick Charge suministra corriente a tus dispositivos con más rapidez que la carga convencional, lo que reduce el tiempo que tienes que dejar los dispositivos enchufados para cargarlos. Aprende cómo funciona y cómo mantener tus dispositivos seguros mientras los cargas a gran velocidad.
Otra variante popular de carga rápida es USB-PD (USB Power Delivery). Obtén más información sobre USB-PD aquí.
Si usas un cargador Quick Charge con dispositivos compatibles este suministrará más corriente, permitiéndote cargarlos a más velocidad. Quick Charge es una de las tecnologías de carga rápida más extendidas a nivel mundial y ya está presente en la mayoría de tus modelos favoritos de smartphone. Si tu smartphone es compatible con Quick Charge 3.0 podrás cargar su batería hasta el 80 % en tan solo 35 minutos*.
Para garantizar el funcionamiento futuro de tus cargadores cada nueva generación de Quick Charge es retrocompatible y funcionará sin problemas con las anteriores. Además, la previsión es que Quick Charge 4+ funcione con USB Power Delivery, facilitando la carga rápida de accesorios Quick Charge para una gran variedad de dispositivos.
*Carga hasta cuatro veces más rápido que los cargadores convencionales de 5 W. Basado en pruebas internas con Qualcomm® Quick Charge™, cargando una batería de carga rápida de 2750 mAh (tensión de 1,5 C) y usando la corriente máxima para un límite térmico de 40 °C para todas las implementaciones de carga. Tiempo basado en una carga de 0 a 50 % (agosto de 2015).
Mientras que los diseños de smartphone han evolucionado para utilizar baterías de mayor capacidad y pantallas más grandes la carga USB ha permanecido limitada a 5 V y 1,5 A (7,5 W). El estándar Quick Charge 2.0 fue introducido en 2014 con el objetivo de superar esta limitación y proporcionaba una tasa de carga superior usando un cargador Quick Charge con dispositivos compatibles. Quick Charge ha continuado evolucionando, acelerando el proceso de carga y haciéndolo más eficiente a la vez que se garantiza la seguridad para preservar la vida útil de las baterías.
Quick Charge 3.0 fue implementado en 2015 para aumentar la tasa de carga y asegurar que el suministro de corriente se produjese de la manera más eficiente posible. Las últimas versiones, Quick Charge 4 y 4+, serán universales para funcionar con cualquier dispositivo habilitado con carga rápida.
*Carga hasta cuatro veces más rápido que los
cargadores convencionales de 5 W. Basado en pruebas internas con Qualcomm® Quick Charge™,
cargando una batería de carga rápida de 2750 mAh (tensión de 1,5 C) y usando la
corriente máxima para un límite térmico de 40 °C para todas las
implementaciones de carga. Tiempo basado en una carga de 0 a 50 % (agosto de 2015).
**Basado en pruebas internas cargando una batería de carga rápida de 2750
mAh y usando la corriente máxima para un límite térmico de 40 °C para todas
las implementaciones de carga. Los tiempos de carga se basan en una carga de 0 a 50 % utilizando las
implementaciones de carga de 2017 (septiembre de 2016). Ciertas plataformas móviles
Qualcomm® Snapdragon están diseñadas para permitir que los dispositivos reciban un
50 % de autonomía de batería con 15 minutos de tiempo de carga. La velocidad de carga
depende de las capacidades específicas de cada dispositivo. Los resultados reales pueden
variar según el diseño del dispositivo.
Busca siempre el logotipo Quick Charge cuando compres un accesorio para tu dispositivo compatible con Quick Charge. Esta certificación asegura que el cargador cumple con los estándares de Qualcomm de rendimiento y seguridad. Con un cargador sin certificación Quick Charge existe un riesgo mayor de que el suministro de corriente no sea suficiente o de que se produzcan sobrecalentamientos, que pueden dañar el dispositivo y el cargador.
Aunque es posible que al proporcionar corriente tu cargador se caliente si cuenta con certificación Quick Charge no hay nada de lo que preocuparse. Estas certificaciones indican que se han tomando una serie de medidas de seguridad. Un chip controlador regula el flujo de electricidad entrante en tu batería, lo que asegura que no se produzcan picos de tensión peligrosos. Asimismo, los controladores de voltaje y temperatura garantizan que el cargador funcione dentro de los parámetros de seguridad.
Además de la certificación Quick Charge es importante asegurarse de que tu cargador cumple con todas las regulaciones locales. Estas pueden variar de país a país ya que cada uno tiene sus propios laboratorios de prueba que deben confirmar dicho cumplimiento.
El proceso de carga de una batería es uno de los factores que afectan su autonomía. No importa qué cargador uses para llenarla, tras cientos de ciclos de carga la autonomía se verá irremediablemente reducida. Quick Charge incluye tecnología Battery Saver, que ha sido diseñada para exprimir la máxima autonomía posible de la batería de tu dispositivo.